El programa empezaba calentito para Pipi, pero mucho más para Miriam. La asesora del amor llegaba enfadada al plató, aunque quiso disimular en todo momento. Su 'cari' notaba el ambiente enrarecido y decidió tomar asiento cerca de ella. Esto a Miriam no le sentaba muy bien y explicaba que mejor que estuviera en su sitio y calladito. "Para mí eres como un brazo, una pierna, eres mi boca, mi lengua y voy a estar aquí", le comentaba Pipi, por lo que no podía estar lejos de su pareja. Pero Miriam, muy afectada, respondía que por lo menos habrá cinco o diez lenguas por ahí y se mostraba muy cansada de su actitud. Pipi insistía en hacer las paces y la halagaba: "cuando estás cabreada, estás muy guapa". La asesora poco a poco estaba perdiendo la paciencia y acababa afirmando que "los cuernos me sientan de puta madre". Algo había sucedido entre ambos, estuvieron aclarándolo por la noche pero el enfado de Miriam no había cesado y no quería dejarle mal ante todo el mundo y, por ahora la pelota estaba en su campo y en su mano estaba también la posibilidad de perdonarle: "Me has puesto los cuernos y tengo las pruebas en el móvil".






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